Eliminar posibles plagas es fundamental
Por Belén González Gracia
(Foto: Scx.hu) |
Un reciente estudio ha demostrado que los cerdos y los insectos que también habitan en las explotaciones comparten las mismas bacterias intestinales, muchas de las cuales son resistentes a antibióticos. Estos insectos podrían transmitir dichas bacterias a las personas, incrementando el problema de la multirresistencia antibiótica.
Las bacterias multirresistentes son un problema no sólo en los hospitales sino que también pueden serlo en las explotaciones animales. Una reciente investigación publicada en la revista BMC Microbiology indica que los insectos podrían ser los responsables de transmitir bacterias resistentes a los antibióticos de los cerdos a los humanos.
Investigadores de las Universidades de Kansas y de Carolina del Norte aislaron bacterias de heces de porcino y las compararon con las bacterias presentes en los intestinos de moscas y cucarachas cogidas en las mismas granjas. Las bacterias fueron sometidas a un rango de diferentes test de resistencia antibiótica y análisis genético y descubrieron no sólo que se trataba de los mismos tipos de bacterias transportadas en los intestinos de todos los insectos y cerdos, sino que también había una elevada prevalencia de resistencia antibiótica. En particular, las habituales bacterias intestinalesEnterococcus faecalis y Enterococcus faecium se mostraron, con frecuencia, resistentes a la tetraciclina, eritromicina, estreptomicina y kanamicina – antibióticos habituales utilizados para las infecciones humanas.
Los científicos explican que la importancia de estos hallazgos podría ser muy importante para la salud pública. En Estados Unidos, los antibióticos son ampliamente utilizados en producción porcina como promotores de crecimiento. En consecuencia, las bacterias del tracto digestivo están expuestas con frecuencia a presión selectiva y muchas se hacen resistentes a los antibióticos. Por ello, hay un riesgo de que estas bacterias puedan transferirse por plagas como moscas y cucarachas desde las granjas porcinas hasta los seres humanos. Además, la coincidencia entre los enterococos de las heces de porcino y de los insectos, hace posible que las moscas y las cucarachas lleven otros microbios originales de las heces porcinas con incluso mayor importancia para la salud pública y pueden transportarlas al entorno de las ciudades.
Aunque se piensa que no hay riesgo para las personas al comer productos porcinos cocinados apropiadamente, el amplio uso de antibióticos en producción porcina intensiva va a incrementar probablemente la selección y evolución de las cepas bacterianas resistentes a antibióticos. Mientras en las granjas porcinas siga habiendo insectos, el riesgo de que estas cepas resistentes sean transferidas a los seres humanos por cucarachas y moscas es una posibilidad. Estrategias de manejo adecuadas con el objetivo de reducir las poblaciones de insectos debería ser una parte importante de los esfuerzos de bioseguridad en las explotaciones ganaderas.
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