quinta-feira, 15 de março de 2012

Brucelosis canina

Escrito por Dra. Viviana Odriozola
Fonte: Animales XXI
Escribe la Dra. Viviana Odriozola, especialista en Clínica de caninos y felinos. Se refiere a esta enfermedad zoonótica, las vías de contagio, los síntomas y las medidas preventivas. “El diagnóstico de la enfermedad en los perros se hace considerando el examen clínico y el historial reproductivo, con pruebas de laboratorio aislando la bacteria o por estudios serológicos”, afirma la profesional.

La Brucelosis es una enfermedad infecto contagiosa de curso subagudo o crónico; producida por una bacteria: Brucella canis. Además de afectar a los perros es transmisible al hombre (zoonosis), de ahí su importancia en Salud Pública.

Es una enfermedad de distribución mundial, detectada en nuestro país, por primera vez en 1978, desde allí fue creciendo hasta hoy, con más casos cada día.

La infección por Brucella canis se produce por distintas vías de ingreso: oral, nasal, conjuntival y genital. También se da lo que llamamos transmisión vertical, o sea de madres a hijos a través de la placenta o en la lactancia. La Brucella está presente en las secreciones vaginales, seminales, leche, placenta, tejidos fetales abortados, y orina de los animales infectados.

La vía de contagio más frecuente entre los perros es la venérea, o sea, durante el servicio; así la hembra se contagia por el semen del perro enfermo, o éste por las secreciones vaginales de la hembra infectada. También se infectan por contacto directo entre perros, por ingestión, contacto nasal o conjuntival con las Brucellas presentes en restos placentarios, fetos abortados, semen, leche, y orina.

El signo más frecuente de la enfermedad en la perra es el aborto, el que se produce en el último tercio de la gestación, comúnmente entre los días 45 y 55. En un porcentaje bajo el aborto es más temprano. Puede darse la expulsión o la reabsorción de los fetos; en este último caso suele pasar desapercibido y solo se considera una falla en la concepción.
Además del aborto, entonces, el otro signo importante en las hembras infectadas es la infertilidad. También puede darse el nacimiento (a término) de cachorros muertos o débiles que suelen morir en pocos días.

En los machos también produce infertilidad, consecuente a la afección de diferentes órganos del aparato genital masculino ( orquitis, epididimitis, etc.). Se puede observar un semen sanguinolento, dificultades para eyacular o ausencia de semen ( a veces a consecuencia del dolor) y si se analiza el líquido seminal en laboratorio se detecta la baja concentración o ausencia de espermatozoides, de baja movilidad, entre otras alteraciones.

También podemos ver en los animales enfermos otras manifestaciones: oculares ( uveítis), articulares (artritis), agrandamiento de ganglios linfáticos, enfermedad de la columna vertebral por lesión de discos intervertebrales( discoespondilitis) y raramente afecta también los riñones (glomerulonefritis).

Por su potencial zoonótico esta enfermedad es un riesgo sanitario para propietarios, criadores y veterinarios; aunque el contagio no es tan frecuente y de ocurrir la transmisión al hombre, puede ser fácilmente tratada. La infección se produce por el contacto directo con secreciones de los perros enfermos ( vaginales, seminales, fetos y placentas).

En el hombre produce: fiebre, pérdida de peso, dolor articular, agrandamiento de ganglios linfáticos y del bazo, y alteraciones cardíacas a consecuencia de endocarditis.

El diagnóstico de la enfermedad en los perros se hace considerando el examen clínico y el historial reproductivo, con pruebas de laboratorio aislando la bacteria o por estudios serológicos.

El tratamiento de la Brucelosis canina, es caro, prolongado y no siempre efectivo, siendo frecuente la recurrencia de la infección al suspender el tratamiento. Se hace con protocolos únicos o mixtos de antibióticos.

Todo lo descripto nos lleva a la conclusión que lo más importante respecto de esta enfermedad es el control y la prevención. No hay vacuna todavía, por lo que se debe actuar con responsabilidad y cautela. Si usted es propietario de un perro al que desea hacer reproducir es necesario que se asegure que sean animales libres de brucelosis, para lo que se debe realizar previo al servicio un análisis de sangre del macho y de la hembra. En criaderos hay que hacer testeos serológicos de rutina con eliminación del plantel y castración de los animales infectados. Es fundamental también el control serológico previo a la introducción de ejemplares al establecimiento, recomendándose 2 pruebas negativas con 4-6 semanas de intervalo.

Dra. Viviana Odriozola
Especialista en Clínica de Caninos y Felinos
San Martín de los Andes – Neuquén – Argentina

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