Investigadores norteamericanos del Instituto de Investigación Tropical Smithsonian (STRI, por sus siglas en inglés) han seguido por primera vez la pista de las abejas en los ecosistemas tropicales a través de radiotransmisores y helicópteros para aprender cuál es su verdadero rol en estos hábitats.
Investigadores norteamericanos del Instituto de Investigación Tropical Smithsonian (STRI, por sus siglas en inglés) han seguido por primera vez la pista de las abejas en los ecosistemas tropicales a través de radiotransmisores y helicópteros para aprender cuál es su verdadero rol en estos hábitats.
El trabajo, que se publica este miércoles en la edición 'on line' de la revista científica 'Plos One', recoge que los expertos se han dedicado a perseguir a las abejas a través de largas distancias en los bosques tropicales, construyendo así una nueva visión sobre el papel que cumplen estos insectos en los ecosistemas tropicales.
Para poder alcanzar conclusiones, los expertos han adherido a los insectos unos diminutos transmisores a sus cuerpos para conocer qué papel desempeñan en los hábitats. Así, se trata de la primera vez que se sigue la pista a este tipo de señales en grandes áreas forestales.
Hasta la fecha se conoce que las abejas cumplen un papel polinizador imprescindible en los ecosistemas forestales. No obstante, la polinización es "crítica" a la hora de que los árboles fabriquen sus propias frutas y semillas y poco se conoce sobre el movimiento de las abejas porque son muy pequeñas para poder seguir su pista.
Mediante el empleo de helicópteros, los expertos han descubierto que estos insectos recorren enormes distancias transportando polen entre extrañas flores y otras especies millas aparte. "Cuando las personas perturban y destruyen los bosques tropicales están desbaratando los sistemas de polinización", ha asegurado el veterano científico David Roukik, miembro del equipo de investigación, que ha asegurado que ahora se puede seguir la pista de estas abejas obteniendo las pautas de movimiento de distancia y espacio de la polinización, cuyos detalles vitales han sido "completamente eludidos en el pasado".
Así, el equipo eligió a 17 ejemplares bastante comunes en el bosque. "Estas abejas pueden transportar fácilmente un transmisor de radio pegado a su espalda de 300 miligramos", ha precisado el director del Instituto Max Planck de Ornitología e investigador asociado en el STRI, Martin Wikelski.
Además, añade que siguiendo las señales de radio con una antena sostenida de forma manual, se descubre que aunque las abejas de la orquídea pasan la mayor parte de su tiempo en pequeñas áreas o núcleos, podrían marcharse y visitar zonas mucho más lejanas. "De hecho un macho incluso llegó a cruzar las líneas de barcos del Canal de Panamá, voló durante al menos 5 kilómetros y regresó pocos días más tarde", ha comentado.
Los investigadores subrayan que distintos pueblos han tratado de determinar las distancias de los viajes de las abejas mediante señales individuales con pintura entre sus alas o utilizando radares, algo que no funciona bien cuando hay árboles en el camino.
Sin embargo, el investigador asociado del STRI Roland Kays ha admitido que "portar el transmisor podría reducir la distancia que realiza una abeja de las orquídeas en su camino", aunque si los recorridos de vuelo grabados son las distancias mínimas, entonces se podría deducir que estas abejas de las orquídeas pueden volar con "un movimiento impresionante y de larga distancia". "Estos datos ayudarán a explicar cómo la las orquídeas que estas abejas polinizan pueden ser tan diferentes", concluyen.
Fuente: europapress.es
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