May 16, 2011
Gaby y "Estrella": a pesar de las limitaciones económicas, Gabriela Gutiérrez se hizo cargo de "Estrella" y gracias a sus cuidados la perrita puede ponerse en pie ahora, luego de que un furgón le quebrara 3 patas en un atropello.
© Carlos Quesada/WSPA
© Carlos Quesada/WSPA
Dinero, calles pavimentadas, servicios básicos, condiciones sanitarias adecuadas y oportunidades de trabajo y estudio son algunas de las carencias que tienen los vecinos de Llanos de Santa Lucía en la provincia de Cartago, Costa Rica. Lo que sobra, es la voluntad y el compromiso de un grupo de jóvenes que decidieron forjarse un mejor futuro y cambiar su comunidad ayudando animales.
La Alianza Juvenil por los Animales (ALJA) nació como resultado de una serie de tareas de bienestar animal que asignó a sus estudiantes la profesora Ana María Castro, docente de artes plásticas del colegio.
“De nada sirve enseñar el arte por el arte. La educación debe ser un agente de cambio, una forma de acercarse a las personas y mejorar su realidad. Desarrollé una metodología en la que ellos dieran respuesta a sus propios problemas y no hay nada que les sea más importante que sentirse parte de la solución”, expresó la educadora. Ella aprovechó un convenio de la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA) con el Ministerio de Educación Pública de Costa Rica (MEP) para recibir capacitaciones y asesoría sobre bienestar animal.
Fuera limitaciones
Gracias a ALJA, los estudiantes de 13 a 15 años toman conciencia de los problemas en su comunidad, se alejan de caer en drogas y delincuencia, se motivan a ir al colegio y ocupan su tiempo libre aprendiendo de veterinaria y computación para ayudar a los animales.
Ellos monitorean el estado de salud de los animales callejeros, los alimentan, los bañan y brindan atención básica a los que encuentran heridos o atrapados. Realizan campañas de castración y concientización en la comunidad, charlas de bienestar animal en empresas y escuelas y hasta informan a través de su perfil en Facebook (ALJA), susitio web y su periódico virtual
“La profesora Ana María es un ejemplo de lo que debe generar la educación en las personas. Cada una de las iniciativas que desarrollamos en el programa busca que docentes y estudiantes transformen el conocimiento en acciones concretas para mejorar las condiciones de vida de los animales y de sí mismos”, dijo Carlos Chacón, Gerente de Educación de WSPA para México, Centroamérica y el Caribe.
Sin duda, una muestra de que la educación puede cambiar el rumbo de las cosas para los animales y los seres humanos.
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