quinta-feira, 15 de março de 2012

El bienestar animal según la FAO

Escrito por ANIMALES XXI
El bienestar de los seres humanos y el de los animales están estrechamente relacionados. En muchas regiones, la seguridad en el suministro de alimentos a las personas depende de la salud y productividad de los animales, las cuales dependen a su vez de los cuidados y la nutrición que reciben. Muchas enfermedades humanas proceden de los animales, por lo que la prevención de las enfermedades animales es importante para preservar la salud humana.

Los ingresos, el estatus social, la seguridad, los alimentos y las prendas de vestir de aproximadamente 1000 millones de personas, entre las que se cuentan muchas de las más pobres del mundo, dependen directamente de los animales, por lo que su bienestar es esencial para los medios de vida de esa población. Además, mantener unas relaciones positivas con los animales es un factor que contribuye en gran medida al confort, contactos sociales e identificación cultural de muchas personas.

El uso de animales para la producción de alimentos (la actividad en la que los seres humanos emplean con creces el mayor número de animales) está cambiando rápidamente. En los países más industrializados, la producción basada en dietas a base de cereales (en especial la producción porcina y de aves de corral) ha cambiado drásticamente, decantándose por una mayor concentración de los animales en menos unidades de mayores dimensiones, normalmente recintos cerrados.

En algunos países, el número de explotaciones agrícolas donde se crían cerdos y aves de corral es hoy día diez veces menor que hace medio siglo, a pesar de lo cual el volumen de productos animales generados por este número reducido de explotaciones ha aumentado. Todavía más sorprendentes son los cambios que se han producido en los países con economías menos desarrolladas. En los últimos cincuenta años, la producción y consumo de carne en los países con economías en desarrollo han experimentado un considerable desarrollo, y en la actualidad representa más de la mitad de la producción cárnica mundial.

Este ingente incremento de la producción ha sido posible gracias a una amplia variedad de sistemas de producción, entre los que cabe citar la agricultura de subsistencia, la producción comercial a pequeña escala y la producción a escala industrial que hace uso de los métodos elaborados en los países industrializados. Varios aspectos de estos diferentes sistemas de producción, así como el transporte y sacrificio de un elevado número de animales, plantean toda una serie de cuestiones relacionadas con el bienestar animal.

Como telón de fondo de estos cambios, la población humana mundial y la correspondiente demanda de productos de origen animal siguen creciendo y alcanzando cotas sin precedentes. El consiguiente aumento de la producción pecuaria suscita una serie de cuestiones éticas como, por ejemplo la sostenibilidad ambiental y la seguridad en el acceso a los alimentos, que deben considerarse conjuntamente con la preocupación cada vez mayor sobre el bienestar animal.

El bienestar de los animales también se ha convertido en el objeto prioritario de un campo de investigación científica incipiente. Gran parte de la labor básica se ha llevado a cabo en los países económicamente desarrollados y se centra principalmente en los problemas de los sistemas de producción pecuaria intensiva. No obstante, los métodos de la ciencia sobre el bienestar animal se pueden aplicar en líneas generales a un amplia gama de problemas relativos a esta esfera dentro del conjunto de los métodos de producción, así como a las cuestiones relacionadas con el bienestar animal durante el sacrificio y el transporte que se plantean en todo el mundo.

Por último, hay que señalar que se está empezando a reconocer la gran importancia del bienestar animal para el desarrollo internacional. Forma parte integrante de programas de mejora de la salud animal, incremento de la producción ganadera, respuesta a los desastres naturales que tienen relación con los animales y adaptación de la constitución genética de los animales con respecto a los entornos en que se crían.

Si los organismos de desarrollo hacen caso omiso del bienestar animal, pueden perder oportunidades importantes de mejorar la calidad de vida de las personas que dependen de los animales para su subsistencia. Además, el cumplimiento de las normas en materia de bienestar animal puede fomentar la mejora de la tecnología y dar acceso a los mercados internacionales a los productos procedentes de los países menos desarrollados, contribuyendo así al desarrollo.

Por todas estas razones, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha decidido prestar una atención más explícita y estratégica al bienestar animal en las actividades de creación de capacidad que lleva a cabo en los países con economías en desarrollo. A fin de establecer una serie de directrices que guiaran dichas actividades, la FAO celebró una reunión de expertos sobre “Creación de capacidad para la implementación de buenas prácticas de bienestar animal”.

Fuente: FAO - “Creación de capacidad para la implementación de buenas prácticas de bienestar animal”.

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